Para que sirve el tratamiento térmico

Se conoce como tratamiento térmico cuando las aleaciones de metales son sometidas bajo condiciones bruscas de temperatura alta y enfriamiento repentino, tiempo de permanencia, velocidad, presión, siempre y cuando la alineación de los metales o las aleaciones se encuentre en estado sólido, con el fin de mejorar sus propiedades mecánicas, especialmente la dureza, la resistencia y la elasticidad. Los materiales a los que se aplica el tratamiento térmico son, básicamente, el acero, el vidrio y la fundición, formados por hierro y carbono.

Las características mecánicas de un material dependen tanto de su composición química como de la estructura cristalina que tenga. Los tratamientos térmicos modifican esa estructura cristalina sin la composición química, mediante un proceso de calentamientos y enfriamientos sucesivos hasta conseguir la estructura cristalina deseada.

Entre estas características están:

  • Resistencia al desgaste: Es la resistencia que ofrece un material a dejarse erosionar cuando está en contacto de fricción con otro material.
  • Tenacidad: Es la capacidad que tiene un material de absorber energía sin producir fisuras (resistencia al impacto).
  • Maquinabilidad: Es la facilidad que posee un material de permitir el proceso de mecanizado por arranque de viruta.
  • Dureza: Es la resistencia que ofrece un material para dejarse penetrar o ser rayado. Se mide en unidades Brinell (HB), unidades Rockwell (HRC), Vickers (HV), etc.